Mad Men : El pasado que se vuelve presente

                                             

     Hace ya algún tiempo que quiero escribir una entrada sobre una serie que me ha cautivado por completo. Mad Men es un drama de época que ha sido aclamado por la crítica teniendo ya en su haber numerosos galardones como quince Emmys y cuatro Globo de Oro. Sin embargo, nada de esto yo sabía cuando comencé a ver la serie, simplemente la elegí porque está ambientada en una época que siempre me ha parecido atractiva por su estética y por los hechos políticos y sociales que conlleva.

     La serie comienza en su primera temporada a finales de los años 50 y ha ido avanzando hasta mediados de los 60 (acaba de finalizar su quinta temporada). Trata de una importante agencia de publicidad neoyorkina que compite para liderar en este mercado. A la vez el mundo de las apariencias no solo gobierna las imágenes publicitarias sino la vida personal de cada personaje. Nada es lo que parece ser. Esta pareciera ser la premisa de la serie que aunque está ambientada en el pasado refleja temas universales que trascienden tiempo y espacio.

     Don Draper (Jon Hamm) es el personaje principal. Este ambicioso y atractivo hombre de negocios muestra la insatisfacción constante del hombre moderno que mientras más tiene, más añora tener sin resolver los conflictos que se debaten en su interior y que representan su verdadera esencia.

    Peggy Olson (Elisabeth Moss) es uno de los personajes femeninos más importantes de la trama. En una época en que la mujer no tiene prácticamente cabida en las decisiones de las empresas, se abre camino lidiando no sólo con una sociedad machista y despectiva frente a la mujer  sino frente a sus propios fantasmas.

 Betty Draper  (January Jones) uno de mis personajes favoritos. Encarna al prototipo de ama de casa de la época. Es bella, aplicada, dedicada a su marido, hijos y hogar. Sin embargo, aunque parece que lo tiene todo ya desde los primeros capítulos se ve que en su intimidad está atravesando una crisis personal que nadie debe notar.

     Capítulo aparte merece el vestuario. Jannie Bryant es la diseñadora de cada atuendo que vemos en los personajes. Es absolutamente maravilloso ver como cada ropa refleja el carácter del personaje.

 Los géneros, texturas, colores....todo nos traslada a la suntuosidad de aquellos años en donde los hombres salían a la calle con sombrero y traje de tres piezas, mientras que las mujeres usaban faldas plato o vestidos entallados, corset, portaligas y tapados.

  El escenario también es digno de destacar. Cada ambiente ha sido trabajado prestando atención al mínimo detalle. Hay un cuidadoso estudio de época y en cada capítulo observamos hechos políticos, sociales y económicos que sucedieron acompañando la vida de nuestros protagonistas. Así somos testigos del memorable asesinato de Kennedy, de la crisis con Cuba, de las marchas por los derechos civiles fomentadas por Martin Luther King...

      Antes de comenzar a ver la serie había leído en algún foro un comentario que decía que cada capítulo de Mad Men era "una obra de arte", ¿no será demasiado? me dije. Hoy lo reafirmo taxativamente: La trama es excelente y cada escena tiene mucho simbolismo.Sin duda hay que destacar la maravillosa dirección de Matthew Weiner.
      Un guión de lujo que muestra en cada personaje un poco de nosotros mismos, una estética impecable y un contexto que es el "American dream" a pleno.
        La mejor serie de época que he visto en mucho tiempo.