Título original: Manhattan, when Iwas young
Autor: Mary Cantwell
Editorial: Lumen
Año de publicación: 1995
Cantidad de páginas: 270.
No puedo evitar comentar que me causa gracia la fotografía que combina la portada de este libro neoyorkino con los clásicos cup cakes (hasta ahí vamos bien) y un delicioso mate recién preparado. Este último parece salirse un poco de contexto con la ambientación de la imagen, pero bueno, el mate es parte de nuestra identidad argentina, es uno de los elementos más arraigados de nuestra cultura y al igual que la lectura conforma una buena parte de mi cotidianeidad.
De modo que, mate en mano, en los últimos días de mis vacaciones estuve disfrutando de la biografía de Mary Cantwell. La autora, quien fue escritora y periodista, ha narrado su vida en tres libros: "American Girl" (1992), "Manhattan when I was young" (1995) y "Speaking with Strangers" (1998). Éste que reseño, atrajo mi atención por el título. Nueva york es una ciudad que me atrae por varias razones y no dejo de verla como un lugar que ofrece un sinfín de oportunidades para quien sabe buscarlas. Si a esto le sumamos la época que contextualiza el libro (comienza en la década de los 50, finalizando en los 70 aproximadamente) me generó más incertidumbre saber cómo se las arregló una mujer para triunfar cuando su destino estaba signado por la vida doméstica.
Times Square, 1950 |
En "Érase una vez Manhattan", Mary Cantwell narra su vida desde que termina sus estudios universitarios en 1953 y llega a Nueva York, ciudad en la que contrae matrimonio y ciudad que le permite también trabajar como escritora. Son muchos los años que dedica a la revista femenina Mademoiselle para luego pasar a Vogue y terminar como columnista de The New York Times. Sus mayores temores, las normas sociales a las que se enfrenta, un matrimonio difícil, una mirada prejuiciosa hacia el divorcio, todos los aspectos de su vida, se encuentran relatados a través de la descripción de "la gran manzana" en aquellos años.
Revista Vogue, 1952 |
Un lindo detalle es la manera en que se divide el libro ya que cada capítulo es la dirección de uno de los lugares en los que Cantwell ha vivido. De esta manera, cada domicilio encierra una nueva etapa.
La obra es breve y como toda autobiografía, nos deja una mirada reflexiva sobre la vida que nos demuestra cuánto nos asemejamos todos. En definitiva, amamos, sufrimos, deseamos...buscamos ser felices.
En síntesis, una lectura tranquila, dramática en ocasiones, y el retrato de una época que prometía sueños a todos los americanos.
Lo tengo que leer. Una de mis ciudades favoritas y no conozco demasiado a la autobiografiada jajaja más que por alguna mención. Lo que también te digo es que se me van los ojos detrás de los muffins de la foto. ¡Qué pinta! Un beso Andrea :)
ResponderEliminarTambién es una de mis ciudades favoritas, ojalá algún día pueda conocerla! La autora es completamente nueva para mi pero leer su autobiografía.
EliminarAhh!! Y los muffins de la foto son obra mía!! jaja Bs
NO soy muy de biografías, pero me has picado la curiosidad con ésta. En parte Nueva York tiene la culpa. Pero sobre todo tu fantástica reseña.
ResponderEliminarBesotes!!!
Yo tampoco muero por las autobiografías pero de vez en cuando leo alguna. Nueva York me atrae sobremanera y este relato lo tiene como protagonista así que, ¿Cómo resistirme? Besos!
EliminarMe suelen gustar este tipo de libros biográficos que lo que hacen al final es un retrato de una ciudad y una época.
ResponderEliminarY Encima se tarda poco en leer, perfecto
Besos
Es una lectura agradable, breve, simple y lo lindo es precisamente que el relato se acompaña por un retrato de Nueva York. Te lo recomiendo, bs
EliminarYo nunca he probado el mate, algo voy a tener que hacer al respecto.
ResponderEliminarEn cuanto al libro, siempre da vueltas en mi wishlist: ahora me apetecería leerlo, ahora no... Pero veo que vale la pena: por la época, porque es una biografía y por Nueva York, claro. Besos.
El mate es muy típico aquí. Yo no podría estar un día sin él pero como todo es una costumbre, no sé si a todas las personas les gustará. Por supuesto que tienes que probarlo para ver como es!!
EliminarEn cuanto al libro, es el retrato de una maravillosa época y por los ingredientes que nombras vale la pena leerlo. Bs!!
hamburguesa y refresco de cola, quizás hubiera sido más genuino, pero tampoco queda mal ese punto autóctono :)
ResponderEliminarPensé lo mismo!!! jajjaja
EliminarSiento curiosidad por leerlo, me alegro de haber visto tu reseña, de otra manera igual no me habría fijado en él.
ResponderEliminarUn beso.
Dolores, es un lindo relato, no sólo de una vida sino de una época. Es vivir Nueva York bajo el recuerdo de otros ojos. Besos!
EliminarNo lo conocía, pero tu reseña me ha picado la curiosidad y por cierto me encanta la foto que has puesto con el libro. Muchos besos.
ResponderEliminarMuchas gracias por el halago en cuanto a la foto. Mis habilidades culinarias están creciendo últimamente jaja
ResponderEliminarEn cuanto al libro, como vengo diciendo es una autobiografía agradable que nos hace recorrer Nueva York en una época que particularmente adoro. Besos!
Me interesa tanto la época como la ambientación de la novela, me encantaría poder conocer algún día Nueva York, seguro que con tantas referencias culturales como tenemos, será algo digno de ver. Así que sí, tomo nota de tu sugerencia. Por cierto que me encanta la foto, qué buena pinta tienen los cup cakes, y el mate, lo he probado haciéndolo yo en casa, pero creo que no supe hacerlo bien o que no estoy acostumbrada a esa clase de sabores, me pareció un sabor muy terroso y amargo, ojalá encontrara un lugar en Madrid conde lo sepan preparar bien porque tengo curiosidad en probarlo en condiciones. Un besazo
ResponderEliminarEs una biografía muy amena y se aprende mucho del contexto. Sobretodo narrado por una mujer que supo hacerse un lugar en Nueva York por aquellos años.
EliminarEn cuanto al mate, no a todos les gusta, es una costumbre arraigadísima a los argentinos. Como dices hay que saber prepararlo, el agua no debe hervirse nunca, generalmente se echa un poquito de agua fría al principio para que no se queme la yerba. Decías que lo sentiste muy amargo, yo siempre le pongo azúcar, de lo contrario me parece muy ácido. Tienes que probarlo en condiciones!! Mate y un buen libro para mí siempre es un buen programa :) Bs!!
Parece interesante, Andy. Lo tomaré en cuenta, pues no suelo leer algo de este estilo y quizás venga bien cambiar un poco. Ahora, si avisás con tiempo cuándo harás muffins, sacaré pasaje para visitarte oportunamente. Y tomar mate, claro! Besos.
ResponderEliminarSi te gusta la época y la ciudad de Nueva York es una linda autobiografía aunque quizá es más para el género femenino por la perspectiva desde la que esta narrada. Gracias por halagar mis muffins!! Besos!
EliminarMate con cupcakes ¡no se me hubiera ocurrido! ¿y combina bien? parece un libro que vale la pena, tomo nota
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